Ciudadano Quiteño

El rostro, espejo de la personalidad
Caras que traspasan el amor, la angustia,
la felicidad en una sonrisa, lo iracundo de la mirada
cada quien, lleva en su rostro impreso,
la multiplicidad de si mismo.
La cara, lienzo
La cara aguanta la boca.
Se sonroja o emociona ante otro rostro
de belleza infinita.
No hay rostro feo, solo feas personalidades.
   
 
El rostro detrás de mi cabeza 
Tu rostro llega a mí de detrás de los parpados,
Surca mi mente, por la memoria, por lo más remoto.
Eres una dulce sonrisa, que acaricia mi día, alegría
Con la profundidad de tus ojos, y tu mirada envolvente.
Intentar olvidarte, ¿cómo?, si mi retina ya te reconoce
El álbum fotográfico de mis días, está repleto de polvo y papeles marchitos.
¿Quién eres, de dónde llegas, o fuiste?
Recuerdos de viejos rostros, míos,… ¿quién será?
No queda nada de aquel fotografiado.
Niñez, adolescencia, paisajes, mi yo polaroid. Amarillento.
Con esta cara, frente al espejo, me rebota vómito
De mi edad, de los años transcurridos, la agonía.
Era yo tantas cosas: alegres momentos, mujeres que me abrazaban,
Amigos con quien reír; éramos salvajes, y por no saber domarnos
Se triza el espejo en las emociones de hoy.
 

Mis ojos en mi rostro

Son dos tristezas que guardan aun mucha ternura.

Mi nariz en mi rostro
Violencia, tabique, amor roto
Suicidio absorbido.



Mi boca en mi rostro
Una cueva de alados que cuelgan boca abajo
Un grillete en el paladar
Una boca sucia, honesta, que también supo herir
halagar y besar al mismo tiempo.

Mis orejas en mi rostro
Ecos dentro del tímpano, gritan voces,
Tiemblan silencios.

Mil caras detrás de mi rostro.

ROSTROS

La calle de espejos, un trasfondo de personalidades
Que se visten de un distintivo, una expresión.
Somos individuos que nos une la VIDA; sin ella, nada nos ata.
Somos ausencia, una foto carcomida de cementerio.
Nos olvidamos de los rasgos, nos queda una memoria borrosa
De rostros, y palabras habladas, lenguas, un piercing, el beso.
Somos rostros que dejamos huella como la palabra que abandona la boca.


Hacemos silencio, ausencia, somos bienvenidos, y desterrados
Rostros que son miles de rostros, una cara detrás de la otra que se sobreponen, 
se ocultan las mascaras, con una nueva emoción
Resplandece el espejo, el maquillaje.
La cara que vestimos, nuestra estampa,
Detrás del rostro quedamos nosotros
Con la cara revezada de júbilos y tristezas.
No somos más este rostro,
Sino detrás del espejo.

LA QUITEÑA
La ciudad es femenina. Es sensual: en una parada de bus, en la cadera de una esquina, en la calzada que resuena a tacones; en sus rostros, la actitud, el humor, la templanza de Quito; en los rasgos de mujeres paridas entre volcanes, aguerridas, que por su sangre corre una erupción. Las caras de las calles, en el cotidiano, la quiteña se reinventa.
Amé una mujer quiteña, fue ella quien me enseño a recorrer la ciudad en bus, conocía todas las  rutas y atajos, era camaleónica, mi mejor compañera entonces. De día, universitaria, en las noches, bailaba con el compás en las caderas; somos los quiteños curuchupas, lo somos, pero ya no tanto como antes, nuevas generaciones, nuevos espejos. La ciudad se refleja distinta, de fronteras más amplias, la equidad de géneros, el amor tierno que cobija y apoya de la mano de una quiteña.
No me apuro al caminar por halagar mis ojos con las miradas azabaches. Hay algo en el perfil de la estampa de Quito que me atrae: La nariz, el armazón de la cara, aunque ahora, la cirugía reconstruye rostros corrientes. En estos retratos, una mirada a “la carita de Dios”.

Ciudadano Quiteño

Comments

Ariana said…
Como fotografiar el alma??? quisiera poder describirlas asi como tú, describes los rostros.
Anonymous said…
Hola Ariana .. estamos enlazados por correo??, si no es asi escribeme .. revistaaudiovisual@gmail.com
Genoveva S.Q. said…
Lindo trabajo, me encantó.
Anonymous said…
hola Tarik, no dejas de sorprenderme. Felicitaciones.
Peregrino said…
Saludos desde Madrid de un peregrino quiteño...
Fotografías muy bien logradas, felicitaciones!
Adriana said…
Quito y las narices, y los tacos, y el bus.. tan de acá mismo. Qué alhaja! buenas fotos y chéveres textos
Te sigo
Jennifer said…
Hola Tarik, encuentro en tus escritos una mezcla de produndidad y realismo únicos. Muy interesante
David said…
Disfruto mucho de sacar fotos y por eso cuando tengo la oportunidad, trato de capturar con mi cámara distintas cosas. Me encantaría llevar a cabo en un alquiler de departamentos temporarios en buenos aires un taller de fotografía

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